Francisco Santos Escribano
La viticultura ha sido fundamental en esta tierra. De hecho, hoy grandes marcas de vino son conocidas y reconocidas por los más exquisitos paladares. Pero, el cultivo del viñedo tiene un devenir histórico plagado de cambios y vicisitudes en sus estructuras desde finales del siglo XIX. En este contexto, un insecto denominado filoxera acabó con nuestras viñas y propició, de forma inmediata, una modernización de nuestro paisaje agrario. Los campesinos vieron arrasadas sus viñas como con anterioridad las de los vecinos franceses a los que nutrimos de vinos durante la crisis para sus coupages. De esa tragedia surgió una nueva viticultura que trasformará la mentalidad de los propietarios con la aplicación de novedosas técnicas que hay que aprender. Todo ello en aras de mantener unos viñedos que tantos beneficios habían generado.