A lo largo de 11 semanas de verano (24 de junio - 9 de septiembre), KULTUR te propone recorrer muchos espacios de Navarra, participando en conciertos, conociendo sus pueblos y su patrimonio artístico y cultural.
El tiempo está de parte de Kultur. Te encuentras frente a la vigésimo octava edición de un programa cultural de amplio espectro y que se desarrolla en un generoso número de sedes, todas en territorio de Navarra: cuarenta de ellas acogen actuaciones de música o danza en torno a los fines de semana veraniegos entre el 24 de junio y el 9 de septiembre, y una más, el Jardín Histórico-Artístico de Bertiz, alberga una propuesta que hibrida lo expositivo y lo performativo/participativo y podrá visitarse durante los meses de julio y agosto.
Pero vayamos por partes.
No te vas a quedar, te lo prometemos, sin un plan interesante, porque la variedad es una seña de identidad de Kultur: hay jazz, rock, flamenco, clásica, folk, country, danza, pop… Y para que sea aún más completo, proponemos, gracias a la colaboración con la Dirección General de Turismo – Reyno de Navarra, actividades complementarias para realizar en la misma jornada y en la misma zona, de manera que el plan salga redondo con toda seguridad. ¿Qué tal un concierto de indie rock cerca del Parque Natural y Reserva de la Biosfera de Bardenas Reales, tras una visita a unas antiguas cuevas-vivienda transformadas en centro cultural? ¿O iniciarse en la elaboración de queso en una granja-escuela, para luego acudir a una sesión de música pop en euskera en el bosque de Orgi?
Seguro que también te reservas alguna (o algunas) fechas para ir a Bertiz y saludar a Su Majestad, La Reina del Arga. La exitosa obra teatral de la autora navarra Estefanía de Paz Asín recala en este escenario simpar, ofreciendo una muy equilibrada mezcla: por un lado, documentos y objetos relacionados con la vida y milagros de la legendaria funambulista pamplonesa, organizados en torno a una ilustrativa exposición, y por otro, diversas actividades para ver, oír y hacer en compañía de toda la familia. ¿Qué tal un taller de mariposas? ¿Y contener la respiración viendo una sesión de cuerda floja bajo el arbolado del jardín? ¿Y asistir al teatro tanto en castellano como en euskera con un tesoro botánico como telón de fondo?