Mi madre ha muerto, esa es la verdad. Me gustaría dedicarle una canción, un baile, un rito... una flor. Los Eresiak son versos que se cantaban para rendir homenaje a los muertos, pero yo ya, no tengo canciones para despedir a la madre fallecida. Cuando viene la muerte del que amamos, ¿Qué hacer? ¿Cómo despedirse? ¿Cómo mirar la vida? ¿Acaso el amor es la respuesta a todo? Partiendo de la sensación de que los ritos de duelo habituales no son suficientes, me propongo experimentar con dispositivos poéticos una práctica de duelo diferente, convirtiendo el acto escénico en un rito de duelo colectivo.
Ideia originala eta zuzendaritza / Idea original y dirección: Oier Zuñiga Antzezleak / Intérpretes: Eneko Gil, Belen Cruz, Oier Zuñiga Soinu eta argi teknika / Luz y sonido: Fermin Izko Jantziak / Vestuario: Fran Dussourd Eszenografia / Escenografía: Orekari Estudioa Kantugintza / Canto: Ihitz Iriart Argazkiak / Fotos: Irantzu Pastor