La muestra “150º Aniversario de La Gloriosa (1868)”, de acceso libre y gratuito, permanecerá abierta durante el mes de septiembre en la galería baja del Archivo Real y General de Navarra. Los horarios de visita son de lunes a viernes de 10:00 h. a 14:00 h. y de 17:00 h. a 20:00 h.
Desde comienzos de la década de 1860, el liberalismo progresista, excluido en la práctica del acceso al poder, había llevado a cabo distintos intentos de derribar a Isabel II. Tentativas en las que Domingo Moriones y Murillo, militar navarro nacido en Leache, desempeñó en muchos casos un papel protagonista. La coincidencia para 1868 de los efectos de una crisis financiera, de un alza de precios de alimentos originada por varias malas cosechas y el entendimiento entre los distintos factores políticos opuestos a la monarquía de Isabel II, abonó el terreno para el nuevo intento de insurrección que terminaría siendo La Gloriosa.
El pronunciamiento del brigadier Topete con la sublevación de la flota de la armada tuvo lugar en Cádiz el 17 de septiembre de 1868. Dos días después, el Capitán General de las Provincias Vascongadas y Navarra dictaba un bando declarando el estado de guerra, tal y como se expone en la muestra. Con el paso de los días, la actividad de grupos de sublevados tanto en el norte como en el sur de Navarra fue en aumento, como atestigua el relato por el Gobernador a la Diputación de una incursión de sublevados en Andosilla en la que se apoderaron de los fondos de la villa y de varias escopetas.
El definitivo triunfo de la revolución tras la batalla librada el día 27 en Alcolea (Córdoba) en el puente sobre el Guadalquivir y la huida a Francia de Isabel II se dejó sentir inmediatamente en Navarra. Así, el 30 de septiembre, el Gobernador dirigió un manifiesto a la población asumiendo los lemas revolucionarios de ¡Viva La Libertad! y ¡Viva la Soberanía Nacional! y el mismo día se constituía en el ayuntamiento de Pamplona una organismo que se autotituló Junta Suprema de Gobierno de Navarra.
Esta junta revolucionaria, presidida por Domingo Moriones y Murillo, procedió inmediatamente a destituir y nombrar nuevos funcionarios y autoridades interinas por toda Navarra. En el caso de la Diputación, aunque inicialmente se resistió a su cese esgrimiendo el régimen foral de la provincia, el 3 de octubre los diputados asumieron su destitución y una nueva diputación interina tomó posesión el día 5. Varios de los manifiestos y bandos que estas nuevas autoridades locales y provinciales de Navarra surgidas de La Gloriosa dirigieron a la población con motivo de la asunción de sus cargos pueden contemplarse en la micromuestra.
El Archivo Real y General de Navarra conserva el fondo documental “Domingo Moriones y Murillo”, que contiene su correspondencia durante su etapa como miembro del Partido Progresista de Prim y la posterior como comandante general de Navarra, general en jefe del ejército del Norte durante la tercera Guerra Carlista y finalmente como gobernador general de Filipinas. De toda esa serie documental destaca la correspondencia que Domingo Moriones mantuvo con figuras relevantes del liberalismo español en el transcurso de los sucesos relatados en esta microexposición, así como durante los años posteriores, principalmente con el general Prim cuando ostentó la presidencia del Consejo de Ministros y con Emilio Castelar como presidente de la República Española.
Domingo Moriones y Murillo se encontraba en Francia en el exilio cuando, junto con el resto de miembros del partido progresista, preparó la conspiración de septiembre de 1868. La micromuestra se abre precisamente con una carta dirigida a Domingo Moriones por el también liberal progresista Ángel Fernández de los Ríos en la que, reflejando los preparativos de la sublevación, le afirma que sin dinero e instrumentos de música era imposible hacer nada. Siendo muy probable que la expresión “instrumentos de música” sea en realidad una alusión metafórica o en clave a efectivos militares o armas.
Como reconocimiento al papel de Domingo Moriones y Murillo en la sublevación en Navarra, el 30 de septiembre presidió la Junta Suprema de Gobierno de Navarra nombrada ese día, fue designado general de brigada y el 9 de octubre recibió el nombramiento de comandante general de Navarra. Durante la Tercera Guerra Carlista fue nombrado jefe del Ejército del Norte y consiguió varios triunfos sobre los carlistas. Primero, el 4 de mayo de 1872 en la batalla de Orokieta, que puso fin a la primera incursión del pretendiente Don Carlos. Y su triunfo más conocido, ya como capitán general de Navarra durante la monarquía de Alfonso XII, al lograr levantar el cerco carlista de Pamplona el 2 de febrero de 1875, lo que le valió el título de marqués de Oroquieta.