El río Ebro nos habla en primera persona sobre sus crecidas, su diversidad biológica, sobre las afecciones que debe soportar y, muy especialmente, sobre las relaciones que históricamente ha mantenido con los habitantes de la Ribera de Navarra.
La fauna y flora local son, junto con los habitantes de las localidades ribereñas, protagonistas del documental (almejas gigantes, nutrias, garzas, crustáceos...). La actividad humana en relación con el cauce del Ebro entre Castejón y Cortes está representada por las 22 personas entrevistadas: pescadores, aguadores, lavanderas, pontoneros...
Un documental que, basado en la identificación con el entorno y la descripción del paisaje cultural, navega entre la estética fotográfica, la biodiversidad, la sorpresa y, sobre todo, la emoción.
Soy fruto de las nieves del Pirineo y, en mi trayecto recojo la mayor parte de las aguas de la vertiente mediterránea de Navarra para llevarlas hasta el padre Ebro. Con esas aguas me llegan las penas y alegrías de quienes habitáis mis orillas.