Dirección General de Cultura - Institución Príncipe de Viana
Gobierno de Navarra

El Archivo de Navarra conmemora el 750 aniversario del fallecimiento de Teobaldo II con una microexposición

17/12/2020

El Archivo Real y General de Navarra dedica una microexposición a recordar el 750 aniversario del fallecimiento de Teobaldo II, rey de Navarra y conde de Champaña, ocurrido en diciembre de 1270 en Trápani (Sicilia) durante su participación en la Octava Cruzada.

La muestra, que puede visitarse hasta el 31 de diciembre, exhibe varios documentos que se conservan sobre la figura del monarca. En concreto, documentos vinculados a dos aspectos fundamentales de su reinado, como fueron la consolidación de las reformas administrativas iniciadas por su padre y el prestigio que otorgó al rey su participación en la Octava Cruzada. Puede contemplarse el tratado de amistad que suscribió con Jaime I de Aragón, la donación recibida de Alfonso X el Sabio de las villas de San Sebastián y Fuenterrabía, el primero de los registros de Comptos, el libro del Rediezmo y las bulas relativas a la cruzada de Túnez.

La exposición se cierra con un espectacular dibujo que representa a la ciudad de Túnez y la contigua población de La Goleta en 1535, momento en que casi 250 años después de la Octava Cruzada, el ejército imperial enviado por Carlos I de España consiguió rendir Túnez y asegurar el control cristiano de la ciudad por varias décadas, hasta que a finales del mismo siglo el Imperio Otomano restauró el dominio islámico sobre ella.

La microexposición “750º Aniversario del Fallecimiento de Teobaldo II” es una muestra de pequeño formato, de acceso libre y gratuito. Puede visitarse en la galería baja del Archivo de Navarra de lunes a domingo, en horario de 10:00h. a 14:00h. y de 17:00h. a 20:00h.

Teobaldo II

Teobaldo II, rey de Navarra y conde de Champaña y Bria, el segundo monarca navarro perteneciente a dinastías francesas, accedió al trono navarro en 1253 al fallecer su padre, el rey Teobaldo I. En los primeros compases de su reinado suscribió una alianza con el rey Jaime I de Aragón que, en razón de ser todavía menor de edad, fue ratificada también por su madre, Margarita de Borbón. La microexposición se abre precisamente con un ejemplar del tratado de amistad suscrito entre ambos en el que los dos monarcas expresan su deseo de ser amigos de amigos et enemigos de enemigos. Sin embargo, al poco tiempo Teobaldo II optó por romper dicha alianza y acercarse en cambio al rey castellano Alfonso X el Sabio quien, en el marco de este entendimiento entre los dos monarcas, procedió a donar a Teobaldo II las villas de San Sebastián y Fuenterrabía.

En materia de administración interna del reino Teobaldo II continuó las reformas emprendidas por su padre para afianzar la autoridad y el patrimonio de la corona de lo que es exponente, entre otros fenómenos, el que el primero de los registros contables de la administración real navarra conservado de forma casi íntegra corresponda precisamente al reinado de este monarca. El volumen, conocido como registro número 1, fue confeccionado en 1259 y 1266 e inaugura la serie de registros contables característica de la administración fiscal del reino de Navarra y que la Cámara de Comptos continuó elaborando de manera ininterrumpida hasta el siglo XIX.

La Octava Cruzada

Sin embargo, es la participación de Teobaldo II en la Octava Cruzada el hecho que ha dado históricamente más renombre a la figura de este rey. Su participación se explica tanto por los vínculos de carácter vasallático como de tipo familiar que Teobaldo II mantenía con el promotor de la cruzada, el rey Luis IX de Francia, con cuya hija, Isabel, estaba casado el rey navarro.

Teobaldo II tomó la cruz en París en 1267, unos días antes de que lo hicieran su suegro el rey de Francia y otros caballeros franceses. El papa Clemente IV concedió a Teobaldo II el diezmo de las rentas eclesiásticas del reino y la protección de la Santa Sede para su persona y dominios, encomendando al prior de los dominicos y al guardián de los franciscanos de Pamplona predicar la cruzada en Navarra y absolver de excomunión a los navarros que tomasen la cruz, como consta en algunas de las bulas que se exponen en la microexposición.

Gracias a esa concesión pontificia los agentes reales recaudaron la décima parte de las rentas eclesiásticas del reino, tal y como figura en el libro del Rediezmo confeccionado para la ocasión, un registro que recoge las rentas, en especie y dinero, aportadas para la financiación de la cruzada y que también puede contemplarse en la muestra.

La expedición cruzada se puso en marcha en el verano de 1270 con el objetivo de tomar Túnez para así cortar las vías de aprovisionamiento que desde el norte de África llegaban a las fuerzas musulmanas de Oriente Próximo. Teobaldo II partió de Marsella en julio de 1270 dejando el gobierno de Navarra en manos de su hermano Enrique, quien le sucedería en el trono unos meses después. Según relatan las crónicas coetáneas, en los combates con los tunecinos destacaron el rey de Navarra y sus caballeros, aunque no ha quedado constancia de la identidad de estos salvo en el caso de los navarros García Martínez de Úriz y Alfonso Díaz de Falces, cuya participación en la cruzada se da por descontada por haber suscrito en Cartago el testamento del rey.

Sin embargo, los cruzados no fueron capaces de tomar la ciudad y el verano norteafricano contribuyó a extender las epidemias entre las tropas causando la muerte del propio rey francés Luis IX por disentería, haciendo enfermar también al rey navarro. Fracasada la empresa, las tropas cruzadas se retiraron a Sicilia donde en Trápani, puerto situado en la costa occidental siciliana, falleció finalmente Teobaldo II, siendo trasladados posteriormente sus restos a Champaña. Unos meses después, en el viaje de regreso a Francia, también fallecería su mujer la reina Isabel, que había acompañado a su marido y a su padre en dicha empresa.

El Archivo de Navarra conmemora el 750 aniversario del fallecimiento de Teobaldo II con una microexposición
Dibujo de Túnez en 1535

Volver al listado