No quiero ser un hombre (Ich möchte kein Mann sein, Alemania, 1918)
Ossi Oswalda interpreta a una joven que, cansada de que le reprochen todos sus actos, decide disfrazarse de hombre. De este modo descubre la insolidaridad entre los hombres... y también sus amistades equivocadas.
Comedia de humor irónico, crítico y sarcástico. El realizador critica los prejuicios sociales, la definición caprichosa y rígida de los estereotipos de género, la hipocresía social, la doble moral y la educación de los jóvenes basada en prohibiciones. Destaca el fuerte ritmo de la acción, la brevedad del lenguaje y la economía de medios. Un joven Lubitsch de 26 años aporta ingenio, inventiva y una notable capacidad narrativa. El relato se aproxima al nivel de densidad de obras posteriores del autor.
Vida de perro (A Dog’s Life, EEUU, 1918)
Charlot se encuentra sin trabajo y sus perspectivas no son nada halagüeñas cuando salva a una perra errante llamada Scraps del ataque de otros perros. Ambos se hacen inseparables y persiguen un mismo objetivo: conseguir comida.
Chaplin contaba en su autobiografía que el fin de la película era reflejar la triste situación de una corista que trabaja en el bar en el que se introduce Charlot con el perro: “El verdadero objetivo del film era el rescate de una chica de dance-hall que pasaba también una vida de perro”.
Sesión ilustrada con la música de piano en directo compuesta e interpretada por JAVIER ASÍN.